Mamadou Korka Diallo es dreamer. De nacionalidad guineana pero residiendo en Senegal junto con su familia, a los 16 años decidió venir a vivir a España para poder cumplir su sueño: aprender programación, trabajar de programador en Barcelona y poder ayudar a su familia económicamente. Viviendo en Barcelona, fue seleccionado para ser dreamer del Imagine Silicon Valley 2016 y fue allí donde compartió con sus compañeros el sueño actual que esperaba llevar a cabo algún día: volver a Senegal y a otros países de África para enseñar a la gente como innovar en su día a día, crear más oportunidades de empleo y así disminuir el número de jóvenes quelo dejan todo para cruzar el mediterráneo y venir a Europa.
Dos años más tarde, Mamadou consigue llevar Imagine a Kenya: nace Imagine África 2018. Así fue como Mamadou cumplió una parte de su sueño y consigue hacer soñar en grande a los jóvenes de Iten Kenya. Hoy, nos cuenta esta experiencia profesional y vital en primera persona. Gracias, Mamadou, por compartirnos tus sueños y hacerlos realidad realidad.
Mamadou Korka Diallo actualmente trabaja como ingeniero de software y ha sido Staff de Imagine en numerosas ediciones.
La mañana del 1 de Noviembre de 2018 fue un día muy especial para mi, en ese día daría el primer paso hacía mi sueño; volver a África y aportar todo lo que he aprendido en Europa para ayudar a los jóvenes a tener un mejor futuro en el continente.
A las seis de la mañana, nos encontramos en el aeropuerto para coger nuestro primer vuelo a Doha con el destino final de llegar a Nairobi. Mientras el avión seguía su camino entre las nubes yo seguía pensando en lo que nos esperaba estos próximos días. Tenía miedo y estaba contento a la vez, eran unas emociones revueltas que me hacían dudar de todo mi sueño. Siempre la gente me ha dicho que en África a las personas no les importa mucho la creatividad o hacer cosas de Design Doing y con el transcurso de los años me lo he llegado a crear, pero claro; si quería conseguir mi sueño tenía que confiar en que los jóvenes de Kenia iban a recibirnos con las manos abiertas y estarían dispuestos a hacer todas las actividades que propusieramos. A las cuatro de la tarde del mismo día llegamos a Doha con muy poco tiempo para coger nuestro próximo vuelo a Nairobi, por lo tanto nos encontramos con un agente para conducirnos a las puertas de embarque. Éramos diez pasajeros en total con destino a Kenia corriendo con nuestros equipajes de mano detras del agente.
Justo en ese mismo instante nos hacen parar para decirnos que no podemos subir en el avión porque las puertas de embarque ya se habían cerrado y no había ninguna manera de poder tomar ese vuelo. Entonces todos nos miramos pensando: ¿Qué vamos a hacer? El agente nos comunicó que la aerolínea nos proporcionará alojamiento en un hotel en el centro de la ciudad, pero por muy buena oferta que pareciera aquello, nosotros teníamos ganas de estar en ese vuelo que iba despegar en cualquier instante ya que queríamos cumplir nuestro itinerario y el día siguiente teníamos otro vuelo para ir a Eldoret.
Después de dar tantas vueltas para ver si podíamos subir en el avión finalmente nos dimos por vencidos, entonces decidimos coger el alojamiento del Hotel. Le comunicamos al agente que me tendría que solicitar el visado para poder salir del aeropuerto, debido a mi nacionalidad. Sin embargo, en inmigración negaron dicha solicitud, por lo tanto me tenía que quedar al aeropuerto hasta el próximo vuelo a Nairobi que sería dentro de 7 horas. Finalmente, el staff decidieron quedarse en el aeropuerto conmigo para no dejarme solo, así que nos ofrecieron alojamiento en el mismo aeropuerto. El hotel estaba muy bien equipado por lo que pudimos ducharnos y comer algo ya que dormir casi fue imposible para unos, mientras algunos dormimos al menos 50 minutos.
El vuelo destino a Nairobi. Cuando estábamos en el segundo vuelo para Nairobi empecé a sentir más el miedo y dudar de todo, cada minuto que pasaba nos acercamos más a un país que no tengo ni idea cómo es la gente, todo esto con la ilusión de poder dar y dejar algún granito de arena.
Siete horas después ya estábamos en Nairobi, mi primera impresión fue: “esto no es tan diferente que Senegal o Guinea, a ver cómo es la gente”; pero cuando empecé a toparme con los keniatas en seguida me dije a mismo que no somos iguales de rasgos físicos o eso pensé. Cuando íbamos a recoger nuestros equipajes nos encontramos un cartel que decía que no habían llegado unas cajas que íbamos a usar para hacer algunas actividades con los jóvenes, entonces desde ese momento empezamos a pensar que realmente las cosas no están saliendo como planeábamos. Pero por suerte sólo fueron las cajas que se retrasarían, a diferencia del resto de nuestro equipaje. Fuimos a un hotel que está cerca del aeropuerto para poder ducharnos y ponerse ropa limpia ya que en Qatar no podíamos cambiarnos al tener toda la ropa en el equipaje de carga. Sólo estuvimos una hora en ese hotel y tuvimos que volver al aeropuerto para coger el siguiente vuelo a Eldoret. Al llegar al aeropuerto hicimos el check in y facturamos las maletas. Faltaba al menos una hora y media para embarcar, por lo que decidimos irnos a un bar cerca del aeropuerto a probar el típico té de Kenia (té con leche), estuvo muy delicioso.
En el vuelo de Nairobi a Eldouret me pusé a pensar ¿Cómo realmente me iban a ver los jóvenes que nos esperaban?, ¿Qué preguntas me iban a hacer? y sobretodo si me iban a pedir que les regalara dinero o algo. Mientras pensaba en todo eso contemplaba Kenia con asombro desde las nubes, miraba lo bonito que se veía los paisajes y lo separado que estaban algunas viviendas, me pareció asombroso.
Por fin llegamos a Eldoret. Sólo teníamos que coger un coche para llegar a nuestro destino final; Iten, Home of Champions como lo llaman los keniatas. Por suerte ya teníamos una muy buena amiga esperándonos, Núria, para llevarnos a Iten. Cuando estábamos a una hora de nuestro destino final me dije a mismo que no hay vuelta atrás, tenía que perder el miedo al fracaso y seguir soñando a lo grande y creer en que pueda influir positivamente en los jóvenes que me esperaban.
Entrando a Iten después de dos días de viaje.
Mama Rambo Hotel, así se llamaba el sitio donde íbamos a trabajar los próximos 3 días, llegamos y estaban todos los jóvenes esperandonos. Me baje del coche sin saber qué decirles o qué cara poner. Saludamos rápidamente a todos y tomamos asiento con ellos, luego nos empecemos a presentar uno por uno, cada uno diciendo su nombre, su sueño y qué cosas le gustaban.
Mamá Rambo con su hija menor Joy.
Desde ese mismo día ya me empezaron a marcar eso jóvenes ya que muchos de ellos tenían unos sueños ambiciosos. Algunos querían ser novelistas, cocineros, corredores profesionales etc. Después de que todos nos presentamos, mis compañeros de staff me pidieron que hiciera una breve introducción ¿Porque estábamos en Iten? y ¿Porque ellos?.
El equipo staff de derecha a izquierda: Xavier Verdaguer, Berta Vicente, Mamadou korka (yo), Núria Tió y Blai Carandell.
Yo explicando qué es Imagine y porque estábamos en Iten.
Les empecé a contar cómo llegó la idea de ese viaje: de adolescente tuve un sueño de llegar a trabajar algún día en Google pero luego después de visitar unas cuantas veces las oficinas de Google en Madrid y San Franciso mi sueño había cambiado. Mi sueño ahora es volver a mi continente y devolver todo lo que he aprendido con los años viviendo en España, enseñar cómo ser más creativos, innovadores y así generar más puestos de trabajo para que nadie tenga que arriesgar su vida en el mar para cruzar a Europa. A través de mi sueño hacerles ver que nuestro continente tiene todo lo que necesitamos. Después de la breve introducción sobre Imagine y como llegue a formar parte de los Dreamers(soñadores); los jóvenes nos pidieron ir a jugar futbol ya que lo esperaban desde la misma mañana.
Así que decidimos ir al campo de fútbol caminando con todos ellos, ahí se dio una oportunidad de poder conversar con algunos de ellos y conocernos un poco más. Cuando llegó la hora de jugar me sorprendió cuántos jóvenes querían participar y ver una mujer de más de 50 años (Mamá Rambo) jugando con nosotros, siempre contenta y sonriendo. Me acuerdo que le pregunté por qué jugaba y me dijó que le gustaba acompañar a los jóvenes, una mujer dedicada a ayudar a los más necesitados en su barrio.
Mamá Rambo y las chicas preparadas para darlo todo en el partido.
La tarde pasó muy rápido mientras todos disfrutamos del fútbol. Después del partido todos caminamos de vuelta a la casa Mamá Rambo. En el camino tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con Railey, una de las jóvenes participantes, quien me comentaba que su pasión era leer libros de novelas y que soñaba ser una novelista importante del país. Una vez llegamos a la casa, el equipo y yo nos despedimos de los jóvenes después de lo que denominamos un extraordinario comienzo.
Nuestro alojamiento se situaba un poco a las afueras con unas vistas preciosas, de hecho fue lo primero que me llamó la atención nada más entrar en el recinto del hotel. Hicimos el check in, ordenamos la cena para luego ir a nuestras habitaciones. Mientras cenábamos, discutimos cómo llevar a cabo las actividades que queríamos hacer el día siguiente, que sería sábado. Después de cenar nos quedamos charlando durante un rato, haciendo todo el planning de los tres días que estaríamos en Iten. Me fui temprano a la cama supongo por el cansancio y puede que la altitud de Iten también influyera algo. Mientras buscaba el sueño mi mente se aventuraba en todos los escenarios que pasarían los siguientes días, pero al cabo de unos minutos conseguí dormir. La mañana del sábado algunos del staff salieron a correr. Entrenaron durante una hora y algo y luego volvieron al hotel para ducharse y desayunar rápido ya que a las diez habíamos quedado con todos los jóvenes para empezar las actividades. Cuando llegamos encontramos a todos esperando. Nos reunimos todos en la sala donde íbamos trabajar ese día.
Me surgió la idea de comenzar las actividades haciendo una breve introducción de quién era yo, mi historia y porque vivía en Barcelona. Les empecé a comentar que hace unos nueve años vivía con mi familia en Senegal, iba a la escuela secundaria y sobretodo ayudaba a mi padre en nuestra tienda de alimentación. Contándoles que con 16 años asumí responsabilidades importantes en mi familia cómo gestionar a veces el dinero y los gastos de toda la familia. Pero siempre llevaba el sueño de irme a Europa a trabajar en Google; de como mi padre veía la necesidad de que me fuera a Barcelona para tener un futuro más prometedor, sobretodo poder estudiar, aprender y ganarme la vida. Pero una vez en Barcelona tuve que aprender la cruda realidad de que las cosas no son fáciles. Pensaba que nada más llegar a Barcelona encontraría trabajo y en poco tiempo podría volver a Senegal siendo muy rico, pero estaba muy lejos de la realidad. Les dije que ese pensamiento es lo que me transmitía la gente que volvía de Europa, y que no les culpaba si pensarán igual que yo en ese entonces. Les comenté como tuve que cambiar de mentalidad al ver que las cosas no eran como yo pensaba; cómo empecé a tomar cursos de catalán y castellano para luego poder hacer una formación profesional y tener una profesión. Hable sobre lo mucho que me costó integrarme en España, sobretodo lo difícil que es tener todos los papeles en orden. Como tuve que esperar 7 años en Barcelona para poder volver a ver mi familia en Senegal, conectar con los míos y conocer a mis hermanitos pequeños. Pero que a pesar de las dificultades que he tenido durante los años, una de las cosas que me mantenía motivado a seguir adelante era la educación, que para mí era lo más importante y el pilar de cada sueño que uno puede tener. Entonces empecé el debate sobre educación, les explique como para mi la educación formal era muy importante pero también lo informal, todo lo que podemos aprender del uno al otro, como lo que aprendemos cuando conocemos otras personas de otras culturas.
Ellos me inspiraron mientras hablaba y verles las caras de admiración y mucho cariño.
Les pregunté qué significaba la educación para ellos. David Sagida, el hombre que representaba los jóvenes nos empezó a comentar que él no tuvo la oportunidad de ir a la escuela y que tuvo que aprender muchas de las cosas que sabía a base a experiencia, aprender de los que lo rodeaban y que tuvo que empezar a trabajar desde temprana edad para ayudar a sus hermanos para que pudiesen asistir a la escuela. David era una persona dedicada, sobretodo lo que más quería es que todos los jóvenes salieran adelante a pesar de los conflictos que algunos podían tener en sus hogares. Así que durante una hora debatimos la educación y cómo era la experiencia diaria de cada uno. Durante el debate David hizo un comentario que me dejó atónito, dijo que les inspiraba en soñar a lo grande y apreciar más todo lo que tenía en la vida. Cuando escuché esas bonitas palabras empecé a llorar por dentro ya que pensaba que me había extendido demasiado con mi historia hasta el punto de aburrirlos.
Al terminar el debate se podía ver en sus caras que ya estaban listos para hacer las actividades que nos esperaban.
Blai empezó a conducir la actividad de creatividad para crear tres ideas de contenido que luego se iban a subir al libro de Globed Education, un dispositivo de bajo coste de formato libro con conexión a internet que ofrece distintas herramientas para el aprendizaje de primaria y secundaria que fue creado por tres chicas gallegas durante un mes en el programa Imagine Silicon Valley 2018.
Xavier Verdaguer y yo testeando el prototipo de Globed
Dividimos los jóvenes en tres equipos de 6 personas, cada equipo cogió una mesa y nosotros como staff nos dividimos para tener una persona encargada de cada mesa. Blai pidió que cada miembro de los equipos escribiera al menos tres cosas que le gustaba hacer.
Y así empezó la actividad, al cabo de 2 horas ya cada equipo tenía una idea de contenido que querían grabar para luego subirlo al libro de Globed.
Les asesoramos cómo crear el contenido, estuvimos la mayor parte de la tarde del sábado trabajando en ello. Estaba con el grupo Mungere Team que querían grabar un video de 3 minutos dando unos consejos sobre cómo aprovechar al máximo los viajes a Kenia específicamente Iten. El segundo grupo se llamaba The Lion Team, ellos iban a hacer un video explicando cosas de matemáticas aplicado a la cocina para enseñar como hacer el Chapati(la comida más típica de Kenia). Y finalmente el tercer grupo se llamaba Thunder Team, querían hacer un video explicando los elementos químicos de una manera divertida y muy innovadora. Así que cada equipo empezó a ensayar mientras nosotros les grababamos para luego revisar los videos y comentar que podrían mejorar.
Los tres equipos cada uno en su mesa trabajando muy duro.
Después de tanto practicar paramos un rato para disfrutar la comida de Mamá Rambo, su arroz con alubias y chapati, una combinación mágica de sabores. Cuando terminamos de comer muchos continuaron practicando un poco más para el video que se grabará el día siguiente, domingo. Volvimos muy temprano al hotel para evaluar cómo había ido el primer día y sobretodo para comentar en cómo íbamos a grabar los contenidos el domingo. Así también aprovechamos a descansar un poco del viaje ya que el dia anterior no descansamos nada después de llegar a Iten. Todo el equipo staff llegamos a la conclusión de que tanto la actividad de generar ideas cómo mi historia personal en Barcelona y el debate sobre educación había sido exitoso, por lo que concluimos el día con mucha alegría y deseos de energía para el dia siguiente. Estaba muy contento de cómo había pasado todo, con un pensamiento más claro sobre: si realmente todo lo que estábamos haciendo allí tenía sentido alguno, si estábamos transmitiendo y dejando algo en esos jóvenes. Esa noche dormí más tranquilo con muchas ganas de que amanezca para grabar esos tres videos. La madrugada del domingo decidimos de ir a correr con los jóvenes pero sólo vino uno de ellos.
En Iten la mayoría de los jóvenes aspiran ser corredores profesionales cuando sean mayores.
A las 11 de la mañana empezamos a grabar los contenidos en la casa de Mamá Rambo pero luego el equipo Mungere Team y Thunder Team decidieron que querían grabar un poco a las afueras cerca del hotel donde nos alojabamos, porque querían aprovechar las sorprendentes vistas. Así que decidimos todos ir caminando hasta Kerio View, en el camino escuchábamos música y bailábamos.
Thunder Team preparandose para grabar su video.
Estuvimos casi una hora grabando los vídeos en ese sitio mágico, luego nos tomamos unas cuantas fotos con todos, hicimos un círculo para bailar y grabar con el dron, mi corazón se llenaba de amor al verlos divertirse, todos bailan super bien. Volvimos a la casa de Mamá Rambo para comer y luego ponernos a editar los videos que habíamos grabado. Mientras algunos editaban otros se entretenían con juegos de mesa en la otra sala. La tarde se nos pasó volando y tirando a las 5 de la tarde, ya querían ir a jugar futbol otra vez. Así que intentamos salir lo antes posible para llegar al campo de fútbol y poder jugar por lo menos una hora antes de la puesta del sol. Después del partido cogimos el coche, nos dirigimos al hotel, nos esperaba mucho trabajo esa noche, todavía faltaba acabar la edición de los vídeos y posteriormente subirlos en la nube de Globed para que éstos luego puedan ser visualizados desde el libro de Globed. Xavi con mucha paciencia y motivación por el proyecto consiguió cargar los videos en el libro a pesar de la mala conexión de Internet. El día siguiente que nos esperaba era el más importante, ya que probaríamos si el libro funcionaba, íbamos a conectar Galicia con Iten permitiendo que los jóvenes de ambas partes compartan ideas.
La videoconferencia se programó a las 13h en Iten que sería á las 11h en Galicia. Desde muy temprano el domingo ya empezamos a decorar la sala donde se llevaría a cabo la videoconferencia, había mucha claridad en el salón aquel día por lo que decidimos poner unas telas de diversos colores para contrastar la luz. Colocamos sillas de madera en la sala para acomodar a los participantes de cada equipo. Mientras nosotros en Iten seguíamos con la preparación, desde Galicia hacían lo mismo las tres chicas fundadoras de Globed. Cuando llegó la hora de la verdad, todo el equipo staff estábamos algo nerviosos, ya que por mucho que hiciéramos pruebas no sabíamos exactamente cómo iba ir esa primera videoconferencia y mucho menos de cómo se iban a comportar los jóvenes de ambas partes.
Todos los jóvenes concentrados en la videoconferencia
Comenzamos la actividad de videoconferencia pidiendo a las chicas gallegas que se presentaran, luego les preguntamos qué les pareció los tres videos de los jóvenes que subimos al libro de Globed. Ellas estaban muy emocionadas con los videos ya que decían que se habían enfocado el contenido de los videos de una forma muy divertida e innovadora. Después de ese primer intercambio de opiniones sobre los contenidos que cada grupo elaboró, se pusieron a preguntar sobre sus culturas y comidas más frecuentes de cada región.
Los jóvenes de Iten super emocionados con todo la experiencia.
Acabamos la videoconferencia con un baile que pidieron las chicas gallegas a los jóvenes de Kenia, todos se levantaron y sacaron las sillas de madera de la sala para tener suficiente espacio, entonces todos comenzaron a bailar delante de la cámara mientras desde el otro lado las tres chicas gallegas y sus amigos quedaron perplejos con esos movimientos tan divertidos de esos jóvenes keniatas. Les observaba desde el otro extremo de la sala con el resto del equipo de staff, de repente me empezaron a caer lágrimas, intenté contenerme ya que todos estaban muy felices y no quería que me vieran la cara así, pero en verdad yo no lloraba por tristeza, sino que lloraba por felicidad, ya que fue en ese momento cuando realmente me di cuenta que ya había cumplido una parte de mi sueño. Ver a esos jóvenes divirtiéndose bailando para enseñar su cultura a otras personas de otro continente sin sentir ninguna presión ni tipo de timidez sino siendo ellos mismos, me lleno el corazón de amor y coraje para seguir luchando para mi sueño. En ese instante me dije a mi mismo, efectivamente, esto es por lo que quiero luchar, para ver estos jóvenes así de felices y hacer que sueñen a lo grande.
Nuestra última foto en grupo con todos los jóvenes antes de nuestra última partida de fútbol.
Nos despedimos de los jóvenes de Galicia para terminar la videoconferencia, después el staff nos dimos abrazos para celebrar lo bien que había ido la primera experiencia de Globed. Ya era hora de comer en Iten, por lo que todos fuimos a la parte de atrás hacía la cocina de Mamá Rambo para coger nuestros platos de comida. Estuvimos como una hora comiendo con bebidas de refresco en nuestras manos, se les veía la felicidad y satisfacción en la cara a esos jóvenes. Cuando terminamos de comer dijimos de hacer una fiesta para celebrar todo y hacer como una despedida. Decoramos la otra sala con globos y pusimos la música muy alta para disfrutar una tarde con mucho baile, el equipo staff enseñamos cómo bailar la Macarena y ellos nos enseñaron cómo bailar un baile típico de Kenia. Fueron dos horas de baile intensivo, de hecho en la sala hacía mucho calor a pesar de que teníamos todas las ventanas abiertas.
Después de la fiesta decidimos ir a jugar nuestro último partido de fútbol en Iten con esos maravillosos jóvenes, esa tarde algunos del staff fuimos en coche ya que a la vuelta, iríamos directamente al hotel. El partido fue muy divertido, los equipos no iban igualados, jugamos el equipo staff contra los dreamers (los jóvenes) y acabamos ganando. Cuando terminamos el partido ya estaba oscuro y teníamos que despedirnos de todos ellos para que puedan ir en seguida a sus casas y que nosotros volviéramos al hotel. La despedida fue muy emotiva, nos íbamos abrazando de uno a uno con los jóvenes y algunos no quieran soltarse de esos abrazos. De hecho a mi llegaron a decir porque no podíamos quedarnos más tiempo, entonces les explicaba que todos teníamos que volver a España ya que nos esperaba mucho trabajo y muchos compromisos. Así que de tantos abrazos y emoción subimos al coche mientras ellos volteaban para caminar hacia sus hogares. Esa noche todo el equipo staff estábamos un poco tristes de que nos tuviéramos que volver a España ya que realmente acabamos de presenciar algo maravilloso.
La mañana del martes 6 de noviembre mientras viajabamos hacia Nairobi para luego coger el vuelo hacia Barcelona me puse a reflexionar en todo lo que acaba de suceder en esos 4 días que hemos estado en Iten con esos jóvenes. Llegué a entender que realmente mi sueño era también el de muchos jóvenes en África, muchos quieren ayudar a los demás a triunfar en el continente africano pero carecen de medios para hacerlo, por lo tanto esto me hizo creer todavía más en este sueño que acababa de ver empezar. Ese pensamiento de que en África la gente no es creativa ya era cosa del pasado, ya que en esos últimos días he presenciado mucha creatividad e innovación con esos jóvenes. Da igual la parte de África donde vaya siempre se que me encontraré mucha gente que comparte mi sueño y que me ayudaran con todo lo que puedan y eso me confortaba mucho. En Kenia me sentí en casa, sentí como si estuviera en Senegal con mi familia, me he enamorado de los bailes y la música, la comida tampoco era tan distinta que en Senegal. Sin duda volveré algún día, ver la vida de esos jóvenes, comer el plato de arroz con alubias y chapati de Mamá Rambo. En ese día cogí el vuelo con destino a Barcelona con mucha felicidad en mi interior y mucha confianza en mí mismo sabiendo que he encontrado otro hogar en la otra parte del continente, da igual la distancia que hay entre Senegal y Kenia, yo ya me consideraba un keniata.